Recogí a esta rubia varada y le di un poco de sexo de rebote.
Estaba conduciendo por la ciudad cuando vi a esta rubia caliente haciendo autostop y decidí llevarla. Ella quedó varada después de una discusión con su novio y me di cuenta de que esta chica necesitaba un impulso de autoestima, algo en lo que soy un experto. Comencé a halagarla y felicitarla, diciéndole lo sexy y sexy que se veía, y lo imbécil que tenía que ser su novio para discutir con una mujer tan hermosa. Sólo me tomó un par de minutos tener a esta sexy zorra rubia de rebote, frotando mi bulto palpitante sobre mis pantalones mientras conducía. Sí, conozco su tipo, después de pelear con sus novios, ¡estas chicas están listas para saltar sobre la primera polla que les apriete los botones! Eso es lo que nunca discuto con mi novia, ¡LOL! Ella me abrió la cremallera, metió la mano entre mis piernas, agarró mi gran polla dura con sus manos y se inclinó para poder empezar a chuparla y acariciarla mientras yo seguía conduciendo. Ella me chupó la polla hasta que encontré el lugar perfecto donde finalmente pude estacionar mi auto y concentrarme por completo en recibir mamada de esta hermosa zorra rubia. Ella siguió gimiendo de placer mientras devoraba la carne de mi polla de primera calidad, y nos trasladamos a la parte trasera de mi auto, sentándose a horcajadas sobre mi regazo y empujando mi miembro palpitante profundamente dentro de su coño chorreante para poder montarme. Ella se empujó hacia arriba y hacia abajo por mi polla y le metí el dedo en la boca húmeda para que pudiera chuparlo mientras le bombeaba la polla. Nada la ponía más caliente que la idea de ser follada por un extraño. La sensación de estar en su apretado coño era tan intensa que mi polla palpitaba profundamente dentro de su cuerpo. Le abrí las piernas de par en par, penetrándola y follándola en posición de misionero. Su coño estaba empapado, totalmente emocionada por ser follada por un hombre de verdad con una polla de verdad después de tener una pelea tan desagradable con su novio perdedor. La puse de lado y la follé por detrás, abriendo bien sus nalgas con sus propias manos para poder penetrarla lo más profundo posible. Apuesto a que su novio era lo último que tenía en mente en este momento, ya que seguían follándose su apretado coño y haciéndola chupar y acariciar mi polla, ¡finalmente lanzando mi semen caliente y pegajoso por toda su hermosa cara y boca abierta!