¡Mi nueva hermanastra quiere que me corra en su coño!
Desde que se mudó a mi casa y nos convertimos oficialmente en hermanastro y hermana, esta chica me ha estado poniendo de los nervios. Tiene una cara linda, grandes ojos azules y un trasero que sólo quiero abofetear y jugar, pero tan pronto como empieza a hablarme, se convierte en una chica mala. Una vez entré al cuarto de lavado y, por supuesto, allí estaba ella con el vestido más ajustado que jamás había visto, tratando de arreglar la mancha. Intenté pasarla para poner mis cosas, pero seguro que tenía algún problema. Sus cosas eran más importantes. ¡Traté de alcanzar la lavadora pero ella se quitó el vestido y lo arrojó adentro! Me quedé estupefacto y sorprendido. Esta es la primera vez que la veo en sujetador y bragas. No me moví y seguí mirando. ¡Mi nueva hermana se quitó el sostén y las bragas! Ella quería darme una lección, pero yo tenía una idea mejor. Mis dedos encontraron su camino hacia sus pezones y sus tetas grandes y turgentes. La vi inclinar la cabeza hacia atrás y poner los ojos en blanco. Ella estaba disfrutando esto y se estaba poniendo cachonda. Quería probar eso, así que mi otra mano fue un poco más hacia el sur, hasta su coño. Su coño estaba bien afeitado y los labios de su coño eran redondos como la boca. Estaba empapada y no pude resistirme a meter mis dedos en su estrecho agujero. Mi hermanastra desnuda gimió y pidió más, así que la escuché. Pronto ella estuvo de rodillas frente a mí y yo estaba desnudo. Tomó mi polla dura en su mano y comenzó a acariciarla lentamente. Estaba a punto de suplicar, pero ella envolvió sus labios alrededor de mi punta y comenzó a chuparme más fuerte y más rápido a cada segundo.
HERMANAS JÓVENES DE 18 AÑOS NO PUEDEN CONTROLAR SU DESEO SEXUAL ADOLESCENTE:
No podía esperar más, así que le di la vuelta y ahora estaba a cuatro patas. Empujé mi polla dentro de su apretado coño y la dejé empujarse aún más profundamente en mi polla. Mi hermana me montó, subiendo y bajando sobre mi polla, claramente disfrutándolo. Mis ojos iban entre mirar su cara, su coño y sus pequeñas tetas. Ella siguió montándome con el culo hacia mí. '¡Así! ¡Me estoy acabando!' Sentí que su coño se tensaba en su orgasmo. Mi hermana desnuda arqueó la espalda y chilló apretando mi polla con fuerza con su vagina. No pude evitar correrme también, llenándola con mi semen. ¡Me sacó la polla y mi semen empezó a gotear del coño! Desde entonces he estado esperando un momento para ponerla cachonda y sola. Su coño ordeñó mi polla perfectamente y la necesitaba. La follé en la encimera de la cocina y la llené de nuevo. ¡Su coño estaba hinchado y rojo y parte del semen se escapaba de su agujero abierto! La sensación de mi semen llenándola la lleva al límite. ¡Cada vez que tenemos sexo, mi hermana me pide que me corra en ella!