Mi linda hermana desnuda se estaba masturbando su coñito así que la ayudé a terminar lo que empezó.

Mi linda hermana desnuda se estaba masturbando su coñito así que la ayudé a terminar lo que empezó.

Encontré a mi hermanastra frotándose y masturbándose el coño porque quería entrar a su habitación. Estaba desnuda de cintura para abajo y su coño adolescente estaba sumergido en su cabeza masturbadora Hitachi. Ella ya se había ido cuando entré, ya que ese juguete sexual tenía algo de poder. Lo que le faltaba era el toque de un hombre de verdad y el poder de empuje que tenía mi polla. Entré a su habitación y sin dudarlo me acerqué a ella, le quité la camisa blanca y le acaricié los pezones y el coño. Su coño se sentía maduro, como una fruta tan hinchada que estaba a punto de estallar. La coloqué en la cama y le comí el coño empapado. Lo lamí desde afuera, yendo hacia el clítoris y mientras hacía esto sostenía su mano con fuerza. Su coño estaba muy caliente y sus jugos sabían increíbles. Mi polla ya estaba allí, así que mi hermanastra rubia empezó a chuparme durante unos segundos. Me encantó cómo me acarició la polla, la sacudió y la chupó como si hubiera hecho esto miles de veces antes. Me gusta mi hermanastra porque es pequeña y mi polla se ve muy grande en sus manos pequeñas. Ella montó mi polla y fue a echar un buen polvo largo. La chica desnuda estaba en esa posición de vaquera inversa y me estaba follando con intensidad. Me di cuenta de que estaba golpeando los puntos de su coño, así que la ayudé mientras la follaba en esos lugares, mientras la sostenía por la cintura. Su culo también estaba delicioso, así que quería follármela por detrás solo para poder ver ese culo suyo y además, me gusta ver mi polla desaparecer en su coño. Es como un espectáculo de magia, tan deslumbrante. Follamos en la posición de perrito pero sentí que estaba a punto de correrme, así que me detuve y cambié las posiciones una vez más. Me sentía loco en este momento. El gallo estaba haciendo lo que quería hacer, sin mi control alguno. La follé en posición de misionero y podía llegar tan profundo como quisiera y tenía todo el control sobre ella. Ese coño estaba demasiado apretado y era mi hermanastra. Todas estas cosas hicieron que me corriera dentro de ella, pero rápidamente me saqué y terminé en su clítoris y su coño. ¡Eso fue inesperado!

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