Ella está obsesionada con el semen por eso robó un condón lleno de esperma
Mia estaba planeando un fin de semana lleno de creampies con su hombre esperando que su compañera de cuarto, Melody, no estuviera en casa. Su novio le estaba follando las pelotas profundamente en pose de perrito. La locura estaba cerca de su punto máximo cuando su compañera de cuarto entró para ver qué estaban haciendo y les mostró sus pequeñas tetas. Melody obviamente sentía algo por él y estaba pensando en planear cómo arrebatárselo a su amiga. Esta rubia traviesa estaba todo el tiempo observando lo que hacía su compañero de cuarto y así se dio cuenta de que a él le gusta recoger semen en su boca y hacer cubitos de hielo con él. Parecía retorcido, pero esta chica no era exactamente normal. Ella robó esos cubitos de semen y los derritió en su coño sobrecalentado con emoción y excitación. Melody quería más, así que siguió los dulces sonidos del sexo que venían del dormitorio. Cuando Mia salió de la habitación con un condón lleno metido en su coño, Melody lo sacó y se unió a su novio en el dormitorio para mostrar sus malas costumbres. Ella no pudo soportarlo más, le rogó por su polla y una carga solo para ella. Exprimió el semen del condón y se lo untó por toda la entrepierna. Comenzó a embestir su herramienta hinchada hasta la garganta, lo que ella había estado esperando durante tanto tiempo. Las cosas se volvieron frenéticas y electrizantes para ambos y de la mamada pasaron a la follada dura al estilo perrito. Su gruesa vara golpeaba su apretado coño y él la empujaba sin piedad hasta el fondo de ella. Después de un rato, él la estaba lamiendo y comiéndosela, dejándola empapada y lista para otra ronda de follada loca. Esta vez la zorra loca estaba boca arriba, en posición misionera, recibiendo golpe tras golpe mientras este tío cachondo no podía controlarse. Ni un solo segundo pensó en cómo estaba engañando a su novia con esta tonta de mala calidad. La perra se puso encima de él, montándolo en vaquera invertida, gimiendo y gritando, sacudiendo sus caderas hasta alcanzar un orgasmo muy fuerte e intenso.